El otro día, un lector de mi primer artículo me dijo: “Sí, tienes “skin in the game”, de veras que te admiro.”

Sus palabras me abrieron los ojos sobre mi situación actual y me sorprendió porque nunca pensé que pudiera ser admirado por alguien, además de recomendarme el libro Skin in the Game: Hidden Asymmetries in Daily Life de Nassim Nicholas Taleb.

El libro explica exactamente la posición en la que estoy, explica las asimetrías de información en las interacciones humanas y la gestión de la incertidumbre.

Este cuadro del pintor romántico alemán, Caspar David Friedrich, y titulado “Montañero sobre un mar de niebla”, puede representar la situación en la que me encuentro actualmente, nervioso y emocionado, sé donde quiero ir, pero desconozco el camino por delante.

Caspar David Friedrich - Wanderer above the sea of fog.jpg

Para poder llegar donde quiero es necesario minimizar los riesgos y planificar.

Bien.

Te estarás preguntando qué significa la frase “skin in the game”, si es que no lo has adivinado o no la conocías ya.

Se refiere a haber incurrido en un riesgo por intentar conseguir un objetivo.

Mi objetivo: “Ayudar a millones de personas a cuidar de su salud respiratoria”.

Mi riesgo: “No conseguirlo y la pérdida de mi tiempo y personal por intentar conseguir mi objetivo para ayudar a otras personas”.

El estar en esta situación para nada es fortuita. Hay una historia y un camino detrás. Si sigues conmigo leyendo, te sigo contando.

Mira.

Como todo niño pequeño, yo soñaba. Seguro que tú también soñabas, por ejemplo en ser médico, bombero, futbolista, cantante, etc…

Pero en mi caso, yo soñaba con ser científico, ingeniero genético, escritor, … no sé, en algo que me permitiera ayudar a millones de personas y dejar un legado, que de verdad tuviera un impacto.

Todo esto lo soñaba desde la granja en la que me críe, en un ambiente de libertad total, de experimentación, en constante contacto con plantas y animales. De hecho, de pequeño tenía un semental limusín que lo llamábamos “Butragueño”, como el futbolista.

Por cierto, nunca me gustó el fútbol y sigue sin gustarme.

También por parte familiar, he vivido desde siempre en un ambiente empresarial. Soy hijo y nieto de empresario. Sé lo que es trabajar para los clientes, sacrificarse por un negocio y dedicar el capital familiar para que no falte nada de comer en ninguna de las familias de los empleados de la empresa familiar en tiempos de crisis.

Mis amigos del colegio decían que no tenía padre, no lo conocían claro, solo trabajaba.

Añade a todo esto un poco de bullying de pequeño por ser gordito y tener muchos lunares. Me llamaban tonelete y lentejoso. Eso me enseñó a no dar importancia a lo que piensen los demás de mí. ¿El resultado de todo esto? Una persona dominada por el superego.

Ahora, con la edad, reflexionando, no me considero más inteligente que nadie, pero sí afortunado, por la educación y oportunidades que me ha brindado la vida. Pero el haber llegado hasta donde estoy ahora mismo, sin mis vivencias de infancia, estudios, tesón, paciencia, obsesión por aprender y el apoyo de gente que cree en mí y me quiere, nunca habría sido posible.

Entonces por qué digo que tengo toda la piel en el juego de los datos, la epidemiología y la salud respiratoria.

Pues mira, por dos sencillas razones:

  1. He dedicado los últimos 6 años de mi vida para aprender sobre epidemiología. Aquí puedes saber más.
  2. Desde abril del 2017 co fundé Zensei, una empresa tecnológica dedicada a la salud preventiva y respiratoria.

Estas dos decisiones, que tomé en el pasado, además de otras muchas, me han hecho llegar a septiembre de 2020 en un situación bastante ventajosa, pero pese a que yo me encuentre mejor que nunca en la incertidumbre, el camino no ha sido fácil, ni lo será.

Aislamiento social, depresión, una vida asceta sin lujos, etc… Estas son las consecuencias de mis decisiones, ningún camino es corto, fácil y recto. Al contrario, son largos, difíciles y tortuosos.

Este anuncio de trabajo de Shackleton, explorador británico que intentó cruzar la Antártida por primera vez en 1914, lo define perfectamente.

“Se buscan a hombres para un viaje peligroso. Salarios bajos, frío amargo, largas horas de completa oscuridad. El regreso seguro es dudoso. Honor y reconocimiento en caso de éxito.”

Me gusta, resume perfectamente lo que conlleva la toma de riesgos y los retornos a esperar. Entonces, me he grabado a fuego lo que es más probable: “Salario bajo, frío amargo, largas horas de completa oscuridad. El regreso seguro es dudoso.” Esto me permite dar todo mi potencial sin esperar nada a cambio.

Bueno.

No sé si sueles cuidar de tu salud respiratoria. Tal y como está la cosa, deberías. Y si tienes asma, EPOC, bronquitis crónica o coges catarros frecuentes, no tengo que decirte más.

Hasta ahora, la forma tradicional de cuidar de nuestra salud respiratoria ha sido de la siguiente forma, cuando te falta el aire, pitidos al respirar o tienes otros síntomas respiratorios es ir a urgencias o consulta para que te curen.

Pero imagínate que poniendo un poco de tu parte y un poco de ayuda por la nuestra, puedes reducir la frecuencia de esos horribles síntomas respiratorios que no te dejan respirar, que vas menos a consulta o urgencias. No es fácil, no hay remedios mágicos, pero nosotros nos encargamos de todo para hacerlo fácil.

Así que desde Zensei creemos que hay otra forma de hacer las cosas, la salud preventiva, dándote un servicio totalmente personal para evitar esos horribles síntomas respiratorios.

Si crees que te puede interesar cuidar de tu salud respiratoria, echa un vistazo a nuestra app diario de salud respiratoria.

Aquí puedes probarla

P.D.- En el enlace de arriba puedes cuidar tu salud respiratoria. Compártela si te parece útil.